Tortilla de alcachofa guisada
8 alcachofas
6 huevos
Aceite
Pimienta
Sal
½ cebolla
1 diente de ajo
Perejil
½ pimiento rojo
1 cucharada de harina
½ cucharadita de pimentón
1 vasito de vino blanco
1 vaso de agua
PREPARACIÓN:
- limpia las alcachofas retirando puntas, hojas exteriores, tallos y el heno del interior. Lamínalas finas y rehoga con 1 cucharada de aceite a fuego muy lento hasta que estén tiernas. Escurre y salpimienta.
- bate los huevos con una pizca de sal, añade las alcachofas y mezcla. Cuaja la tortilla en una sartén con 2 cucharaditas de aceite 3 minutos por cada lado. Reserva.
- pela y pica la cebolla y el ajo. Lava el pimiento y córtalo en cuadraditos. Pica un poco de perejil y májalo en el mortero con el ajo. Rehoga la cebolla en tres cucharadas de aceite hasta que transparente. Añade el pimiento y cuece 3 minutos. Vierte la harina y remueve unos instantes. Agrega el pimentón, el vino y el majado del mortero. Salpimienta y lleva a ebullición para que reduzca el vino. Añade el agua y hierve hasta que espese como una salsa.
- incorpora la tortilla cortada en dados o triángulos y cocina 2 o 3 minutos.
Consejos:
Lleva un buen rato limpiar bien las alcachofas así que si quieres evitar que se oxiden en el proceso, introdúcelas en un bol con agua y limón. No obstante, la oxidación de esta hortaliza casi no afecta al sabor mientras que al ponerlas en el limón sí que se puede notar cierto regusto ácido. Tu decides qué prefieres.
No cuajes en exceso la tortilla pero evita que quede líquida del todo. En este caso, si no la vas a comer previamente a guisarla es preferible que quede un pelín seca pues luego, al introducirla en el guiso volverá a quedar jugosa.
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